Estas sabias palabras que leerán, vienen no sólo de la prodigiosa mente de Yukino, sino que lo hacen luego de un serio trasnocho (5 am) rico en danzas, intercambios de chanzas, momentos de extremo ridículo desvestido de vergüenzas, gratísimos eencuentros, esperanzadores brindis... y no puedo terminar la lista sin mencionar los estudios empíricos antropológicos que terminaron por demostrar la total factibilidad de la infinitud de la estupidez humana...
Las palabras denotan una profunda ego-sintonía, una total aceptación de que somos de la "Generación X", conocimiento de la pareja, y consciencia de la propia singularidad social. Aquí va:
Orestes, tú no eres un hombre normal....¡¡¡¡Amén!!!!!
Yo no soy una mujer normal...
...precisamente por eso nos llevamos tan bien,
...porque somos una pareja anormal"
¡Y lo mejor (¡o lo más grave!) es que me siento TAN orgulloso!