La Dama de Piedra (V)

Y ahora la tan esperada quinta y última parte "La Dama de Piedra":

"...y la daga Mataconejos penetró el dedo gordo del pie de Caos. El dios levantó bruscamente el pie herido con la intención de dejarlo caer sobre el insultante y pequeño kender. El pie golpeó el suelo como si nada se hubiera interpuesto en su camino.
-¡Tas!- gritó Usha llorando de rabia y tristeza por la muerte del que fuera su primer amigo en el mundo de los humanos.
Dougan Martillo Rojo se apresuró a decirle a la muchacha que se había derramado una gota de sangre de Caos. La gota brillaba en el centro de una de las dos mitades de la joya gris. Siguiendo las instrucciones del enano, juntó las dos mitades con prisa.
Súbitamente, sólo se oyó el silencio y se vio la oscuridad.
Y se desvanecieron Caos y sus enjendros.
En el callejón de Palanthas, la silueta de Zelenna, la nigromante, brillaba débilmente, reflejando la imagen de la gema gris, elevándose a lo lejos, rasgando el oscuro cielo, y estallando en mil pedazos. Cada uno de ellos brillaba como una estrella, y se detenía, inmóvil en el cielo. Se formó un nuevo cielo estrellado. Una luna solitaria e indiferente, apareció sobre el firmamento.
Pero no, el brillo de la hechicera no era terso, ni negro. Su piel no era suave ni blanca, ni su pelo ondulaba al viento. Toda ella era una bella estatua, con la agonizante y angustiosa postura que tenía al realizar el hechizo que la convirtió, por tiempo indefinido, en fría y e inmortal piedra. Allí estaría ella, aguardando con la esfera guardada dentro de la estatua, que algún día, un toque revitalizador transformaría en la seductora nigromante.
Muchos pasarán, antes de que la bella discípula del elfo oscuro, y su poderoso orbe, salgan del pétreo olvido acaecido sobre ellos, en ese oscuro callejón de la moribunda ciudad de Palanthas."